martes, 31 de mayo de 2011

Sonata Clásica

Sonata: Obra instrumental, normalmente para solista (principalmente el piano) que costa por lo general de 3 movimientos. 1- Allegro, que corresponde a Forma de Sonata. 2- Minueto o Scherzo 3- Presto: forma sonata o Rondo. Aunque aparece desde el barroco sobre todo con Scarlatti, alcanza su forma clásica con Haydn y Mozart. Esta misma forma suele ser utilizada en la música de cámara. En ocasiones podemos encontrar sonatas de 4 movimientos, incluso se dan casos de 2 y 1 movimientos, por ejemplo en obras tempranas de Beethoven.




W.A. Mozart, Sonata "Facile" para Piano - I. Allegro

Sonata Barroca

Definición, origen y evolución

La palabra viene del latín "sonanta" que significa: música para ser sonada. Tanto suena que la sota de la copa suena.
En su origen puede encontrarse cualquier forma compuesta por dos temas. Pero lo más importante es la capacidad del compositor en el desarrollo de esos temas y su vuelta a exponerlos en una recapitulación.

“La Sonata en el barroco”:
En el Barroco se van a dar tres tipos de sonatas características:
• Sonata a sólo. Para un único instrumento.
• Sonata a dúo: Para dos instrumentos como el violín y bajo continuo.
• Sonata a Trío: Para tres instrumentos como la flauta, el violín y el bajo continuo.

Nota: El bajo continuo podía estar confiado a uno o mas instrumentos. (clavecín, laúd, viola baja)


A principios del siglo XVIII, se impone un nuevo estilo denominado: Style Galant (“buen gusto”). En esta época se impondrán las Sonatas a sólo.

Domenico Scarlatti. Compositor modelo de Sonatas barrocas
Scarlatti elabora un tipo de forma sonata, distinta a la que se dará en el clasicismo. Esta forma está basada en dos temas, bipartita, de tal manera que el primero está en una tonalidad y el segundo en otra. El enlace entre uno y otro se produce en el final del primero, ya que cadencia en la tonalidad del segundo. Esto será el principio de la gran Sonata clásica



Características de la Sonata y sus partes
La sonata barroca consta de un solo movimiento bipartito, con dos temas, que normalmente se repiten.

Tema A
Un tema atractivo e interesante. Esta melodía estará en una tonalidad que llamaremos principal.

Tema B
Otro en una tonalidad distinta. Este tema será contrastante al primero, el negativo del positivo.

Temas A y B











Material de apoyo:

http://katalinszekely.blogspot.es/img/BarrcoSonata.pdf

http://www.orfeoed.com/claves/claves04.asp

jueves, 5 de mayo de 2011

Proyección Folklórica

A pesar de la exaltación oficial de la "música típica" ocurrida desde 1973, ésta no pudo desenvolverse como lo había hecho hasta entonces. La pérdida de la noche bohemia causada por el prolongado toque de queda impuesto en el país, sumado al desmantelamiento de la industria discográfica nacional, dejaba a los "músicos típicos" sin sus habituales fuentes de trabajo.
El folclore chileno buscó entonces nuevos escenarios para su masificación y los encontró en los festivales de raíz folclórica, que se multiplicaron en Chile desde fines de la decada de 1970. Estos festivales celebrados durante el tiempo de cosecha, al igual que el carnaval andino, fueron adquiriendo los nombres de la fruta del verano.

Los festivales veraniegos y los vinculados a la recolección y proyección folclórica, como el de la ciudad de San Bernardo, otorgaron el marco necesario para el desarrollo de espectáculos de raíz folclórica, difundiendo masivamente música, danzas y costumbres vigentes y extinguidas de las diversas etnias y regiones del país.

Este tipo de espectáculos tienen una tradición en Chile que se extiende a lo largo del siglo XX. Saínetes y romances camperos, mosaicos criollos y obras costumbristas eran presentados durante la década de 1930 por compañías de espectáculos criollos como las de Francisco Mieres y el Chilote Campos.
A mediados de los años cincuenta, se fundaron los conjuntos de proyección folclórica Cuncumén, con Rolando Alarcón, y Millaray, con Gabriela Pizarro. A comienzos de la década de 1970 Ovidio Luza, Los de La Trilla y Los Gracos realizaban espectáculos de proyección folclórica en el país.
"El Hachero", Conjunto Millaray.


La música de proyección folclórica ha permitido que el folclore de todo Chile sea conocido masivamente mediante espectáculos coreográfico-teatrales presentados en restaurantes, festivales y televisión.
Esto ha sido posible gracias a la labor de rescate, recolección, y reconstrucción folclórica realizada por intérpretes, folcloristas y profesores. Entre los folcloristas se han destacado Violeta Parra, Margot Loyola, Lautaro Manquilef, Gabriela Pizarro, Héctor Pavez, Osvaldo Jaque y Patricia Chavarría.

El interés de los investigadores por trasmitir la autenticidad propia del folclore, no siempre coincide con el deseo de los directores artísticos de adecuarse a los requerimientos del mundo del espectáculo. De este modo, junto a la reducción temporal y a la pérdida del contexto social y funcionalidad que sufre el folclore al subir al escenario, se ha acentuado en muchos casos la estilización de la música, la coreografía y el vestuario, transformando las manifestaciones de proyección folclórica en un espectáculo de masas.
La recuperación de la noche bohemia santíaguina, ocurrida a comienzos de los años ochenta, llevó este tipo de espectáculos a instalarse en los restaurantes turísticos del país, comercializando el sentido didáctico, nacional e histórico de la proyección folclórica.

Extractado del articulo musica poplar Chilena (Juan Pablo Gonzalez) ubicado en el sitio Folklore y cultura chilena









Visitar wwww.patriciachavarria.cl

Nueva Canción Chilena

Suele definirse a la Nueva Canción Chilena por su variante política, y por cómo convirtió al canto en un instrumento de reflexión y acelerador de cambios sociales. Pero este movimiento musical ofrece claves únicas en la historia del arte popular: en los últimos años de la década de los '60, abrió a nuestra canción a las influencias sonoras latinoamericanas, asumió como un deber los aires de cambio de la época, tendió un puente creativo entre la raíz folclórica y otros géneros (sobre todo, el Neofolklore, la trova y el rock), y concibió su propuesta como una expresión amplia, que incluyó vistosos avances en su trabajo escénico y en la gráfica de sus álbumes. Su arco más interesante es el que va desde 1967 (año de la muerte de Violeta Parra, su principal inspiradora) a los primeros tiempos del gobierno de la Unidad Popular. El golpe de Estado fue un impacto definitivo para sus más importantes figuras, la mayoría de las cuales debió exiliarse; no pocas después de presidio y tortura. El asesinato de Víctor Jara, en septiembre de 1973, convirtió su nombre en un símbolo y, a su legado musical, en el acervo internacionalmente más difundido del movimiento.


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Algunos de los artistas que formaron parte de este proceso fueron Víctor Jara, Violeta Parra, Isabel Parra, Ángel Parra, Osvaldo 'Gitano' Rodríguez, Patricio Manns, Quilapayún, Inti Illimani, Illapu y Cuncumén entre otros. En la difusión del movimiento fue crucial la participación del hombre de radio y gestor cultural Ricardo García.

Estos músicos e investigadores intentaron recuperar la música folclórica tradicional chilena y fusionarla con los ritmos latinoamericanos, además de explorar líricas de contenido social. El fenómeno sociomusical tiene su origen en el trabajo de Violeta Parra y luego en sus hijos Angel e Isabel. Esos hermanos abren a mediados de los años 1960 el lugar donde se desarrollará el epicentro musical del movimiento, la Peña de los Parra, en Carmen 340 en la ciudad de Santiago. La casona albergaba a quienes querían escuchar música folclórica y conocerían la evolución artística de figuras como Isabel Parra y Ángel Parra, Patricio Manns, Rolando Alarcón y Víctor Jara.

Los frutos de la peña se conocerán en 1965 cuando la canción de Patricio Manns, Arriba en la cordillera, se empina en los primeros lugares de popularidad, así como los temas de Rolando Alarcón que son ampliamente difundidos y reproducidos por terceros.

En 1968, se crea la Discoteca del Cantar Popular (DICAP) perteneciente a las Juventudes Comunistas de Chile para publicar a los artistas que no tenían espacio en los sellos multinacionales por sus temáticas contestatarias y anticapitalistas. La primera placa publicada fue Por Vietnam de Quilapayún. En julio de 1969 la Universidad Católica de Chile organizó el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, en la que Víctor Jara y Richard Rojas empatan el primer lugar con la canción Plegaria a un Labrador y la chilenera ,de Rojas.

Después, del golpe de 1973, Ricardo García funda el Sello Alerce en 1975, como una forma de reeditar la Nueva Canción Chilena, que en dicho momento esta prohibida o autocensurada de su emisión en las radios, así como una forma de rescatar las grabaciones originales de su destrucción.

Fuente: Wikipedia












Neofolklore

Fue conocido como la “nueva ola folclórica” y aunque a veces se le tildó de moda nació como una ruptura y rejuvenecimiento de los códigos de la canción chilena tradicional, sobre todo aquellos difundidos por la tonada campesina. Hacia principios de los años ‘60 se fecha la aparición del Neofolklore, como una continuidad histórica de la era de la música típica. Fue un movimiento musical de vida corta pero de notable influencia y difusión que popularizó a nombres mayores de nuestra canción y que fue el antecedente de lo que más tarde, por una ruta latinoamericanista y comprometida, concluiría la Nueva Canción Chilena. El Neofolklore trajo a Chile las formas que estaban popularizando en Argentina Los Chalchaleros y Los Huanca Huá: una relectura de la canción de raíz folclórica campesina según otras claves armónico-vocales y gran estilización de los arreglos, que se oponía a la interpretación de canciones en su estado puro como lo hacía la proyección folclórica. Lo hizo así para facilitar la difusión radial, ampliando la temática de los versos a menudo costumbristas del folclor, y alcanzando su apogeo de popularidad juvenil en 1965.

Extraido de la página www.musicapopula.cl
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Generalmente se la asocia a la derecha política chilena, a los latifundistas y oligarcas del país que desean tener una identidad folclórica nacionalista, pero desde la urbe. Se caracteriza por sus refinados arreglos vocales y su pulcritud sonora. La cuidada etiqueta y los arreglos vocales de conjuntos como Los Cuatro Cuartos y Las Cuatro Brujas fueron el principal sello de esta corriente, que recibió la influencia de autores como Raúl de Ramón, uno de los tempranos músicos chilenos interesados en el folclor de otros países americanos, y de conjuntos argentinos como Los Chalchaleros y Los Huanca Huá.


Desprovisto tanto de la raigambre como de la evocación campesina de la música folclórica, el neofolclore fue un movimiento urbano, de fuerte contacto con el mundo de la radio y los discos. Patricio Manns y Rolando Alarcón fueron parte de esta escena antes de acercarse al credo menos impostado de la Nueva Canción, pero sin duda el nombre mayor en este género musical es el de Los Cuatro Cuartos, que entre sus integrantes contó con tres figuras señeras del movimiento: el arreglador Luis Urquidi, el compositor Guillermo Bascuñán y el cantante Pedro Messone. El neofolclor comenzó a declinar tras su cúspide de popularidad en 1965, pero la escuela ha seguido impulsando a conjuntos más recientes, como Santiago 4, y los propios Cuatro Cuartos siguen en funciones con una nueva formación.

Extraido de Wikipedia
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Música Típica

El folclore campesino chileno, practicado anónimamente a lo largo de la vida del país, comenzó a ser difundido masivamente en Chile a partir de la década de 1920, a través de la radio, el disco y los espectáculos en vivo. La difusión del folclore impulsó el desarrollo de la industria musical nacional, posibilitando así el surgimiento de una música popular chilena urbana.
De este modo, el folclore campesino, junto con ser conocido en la ciudad, contribuyó al nacimiento de corrientes urbanas de raíz folclórica, como la "música típica", el Neofolclore, la Nueva Canción Chilena y la música de proyección folclórica.

En esta "urbanización" del folclore, los músicos chilenos han utilizado recursos composicionales e interpretativos que suponen un intento de modernización o renovación de las tradiciones folclóricas nacionales. Al mismo tiempo, ellos han pretendido salvaguardar esa tradición desde el interior de la cultura de masas, proceso que es entendido y aceptado de distinta manera por los diversos sectores sociales del país.















En efecto, mucho se ha discutido en Chile sobre la representatividad social de la "música típica", la legitimidad del concepto de Neofolclore, la identidad nacional de la Nueva Canción o el valor educativo de la proyección folclórica. Sin que aún nos pongamos de acuerdo, las corrientes de raíz folclórica de la MPC (Música Popular Chilena) continúan alimentando los sueños, actitudes y opiniones de nuevas generaciones de chilenos.



La incorporación de géneros del folclore a la música popular urbana ha sido una constante en la música latinoamericana. Esta incorporación
supone cambios estilísticos y funcionales respecto de la fuente original, debido a los procesos de estilización y masificación que experimenta el folclore al llegar a la ciudad. La estilización del folclore campesino chileno fue emprendida por sectores urbanos ligados al campo por su condición de inmigrantes o dueños de tierras, en un intento por desarrollar símbolos propios de identidad nacional.

De este modo, se formaron distintas agrupaciones vocales con acompañamiento de guitarras, acordeón y/o arpa, destacándose cuartetos como Los Cuatro Huasos (1927), Los Huasos Quincheros (1937) y Los Provincianos (1938). Estos grupos fueron creados por estudiantes universitarios que luego compartieron la actividad artística con sus carreras profesionales.

Los cuartetos de huasos universitarios hicieron de la tonada el género principal en su estilización del folclore, por constituir un género lírico, de estructura flexible y sencilla, y por poseer un gran arraigo en la cultura nacional. De este modo, la tonada es refinada con arreglos e interpretaciones pulidas, desarrollándose un estilo de ejecución virtuoso en la guitarra, con rápidas introducciones y punteos de terceras, y en el arpa, con arpegios de estilo paraguayo. Con esta estilización, la "música típica" se consolidó como música de espectáculo, adecuada al medio urbano nocturno de boites y restaurantes.

Extractado del articulo musica poplar Chilena (Juan Pablo Gonzalez) ubicado en el sitio Folklore y cultura chilena